Sorpresa australiana en Trestles

Bede Durbidge (sólo él sabe cómo realmente se pronuncia) ha sido el vencedor de la séptima prueba del calendario, disputada en aguas de la costa pacífica de Estados Unidos, concretamente en la playa de Trestles, en San Clemente (California), imponiéndose en la final a la estrella local y máximo aspirante al título este año, el incombustible Kelly Slater. Este regular proveniente de la fructífera Gold Coast australiana se alza así con su primera victoria en el circuito profesional, dejando en su camino al tres veces campeón mundial, Andy Irons, a la aspiración local Chris Ward, a su compatriota y actual número dos del ránking, Taj Burrow y, por su puesto, al todopoderoso heptacampeón en la final.
Durbidge caló en el circuito en sustitución de Ritchie Lowett, que tuvo que abandonar esta temporada como consecuencia de una enfermedad. Con su triunfo logra auparse al número 10 de la clasificación, cumpliendo más que con creces su papel de newbbie en el campeonato.
Tras Trestles, Slater es aún más líder, y aventaja ya con comodidad a Burrow y Irons, segundo y tercero, respectivamente.
Con la caravana ya en Europa, mañana comienza la prueba de Hossegor, en Francia, y el 2 de octubre, sin solución de continuidad, la ASP vuelve a Mundaka, donde la izquierda más larga del Viejo Continente ha recuperado toda su excelencia. Que siga el espectáculo...

Pearl Jam en Madrid

Mañana vuelve el gran circo mundial del Surf desde Trestles, en California, pero antes me gustaría hacer mención al concierto del pasado jueves de Pearl Jam en Madrid, al que felizmente asistí..
Los de Seattle sólo se habían dignado a aparecer en la capital hacía 15 años, cuando comenzaban a despuntar como una de las nuevas bandas grunge, dentro de la órbita de Nirvana. Desde entonces, en otras cinco ocasiones vinieron a Barcelona, San Sebastián y Vitoria, pero jamás a Madrid, ya que no encontraban el sitio adecuado donde desplegar todo su sonido. El nuevo Palacio de los Deportes parece que convenció a la banda de Vedder y la noche del jueves lo aprovecharon al máximo.
Después de asistir al concierto de los RHCP el pasado junio uno no tiene sino cierto reparo en comparar el espectáculo de éstos con la parsimonia de aquellos. Por encima del derroche audiovisual de los guindillas Pearl Jam ofreció un soberbio espectáculo musical con una increíble y elegante iluminación. Dos horas y cuarto plagadas de sus éxitos de siempre: Alive, Jeremy, Evenflow... junto con las siempre bien traídas jams a Neil Young o Pink Floyd. Canción a canción la guitarra de McReady, la increíble voz de Vedder y la potente batería del ex pepper Jack Irons fueron cautivando a un público que con las luces encendidas seguía pidiendo más caña. En resumen, una auténtica gozada la conexión con un palacio abarrotado y entregado en los coros, las palmas y los saltos. Para alguien que jamás los había podido disfrutar en directo, una noche inolvidable, que esperemos repetir pronto: Uno año, dos años (Vedder dixit)