Mundaka, o la ola que nunca llega
El pasado domingo el norteamericano Bobby Martínez se alzaba por segundo año consecutivo con el Billabong Pro de Mundaza (Vizcaya, Euskadi, España, Europa, Mundo....) en otra edición caracterizada por el tedio, las jornadas de descanso y las continuas escapadas a Bakio para salvar un certamen que edición tras edición se consagra como el más coñazo de todo el circuito.
Hace cuatro (o cinco años, no recuerdo exactamente) tuve la fortuna de poder asistir al evento en directo. Es una pasada el escenario natural de la desembocadura del Oka con la isla de Ízaro (la de Ízaro Films) al fondo. El parque natural es increíble de bonito y la comida, genial, pero el surf, cómo no, escaso: apenas pudo disputarse una manga con pocos heats.
Y es que la prueba de Mundaka, por contra de una cita ineludible, se está convirtiendo en un escenario de descanso y buena comida para los pros, mientras los locales se afanan por batir ikurriñas y exaltar la independencia de las Vascongadas. Personalmente, me la pela mucho esto último, pero resulta bastante ridículo que la ASP esté prestando su imagen a este teatrillo abertzale que, aparte de aburrir, ya cansa. No me extrañaría que el año que viene hicieran coincidir el Aberri Eguna con el Billabong Pro, para regocijo de los surferillos jarraitxus.
Bueno, en resumen, la lucha Fanning-Slater-Burrow por el título continuará en Brasil mientras que aquí los vasquitos se quedan flipando con su Mundaka y con una prueba que, o mucho nos equivocamos, o puede tener sus días contados... en favor de Canarias, por ejemplo.
Hace cuatro (o cinco años, no recuerdo exactamente) tuve la fortuna de poder asistir al evento en directo. Es una pasada el escenario natural de la desembocadura del Oka con la isla de Ízaro (la de Ízaro Films) al fondo. El parque natural es increíble de bonito y la comida, genial, pero el surf, cómo no, escaso: apenas pudo disputarse una manga con pocos heats.
Y es que la prueba de Mundaka, por contra de una cita ineludible, se está convirtiendo en un escenario de descanso y buena comida para los pros, mientras los locales se afanan por batir ikurriñas y exaltar la independencia de las Vascongadas. Personalmente, me la pela mucho esto último, pero resulta bastante ridículo que la ASP esté prestando su imagen a este teatrillo abertzale que, aparte de aburrir, ya cansa. No me extrañaría que el año que viene hicieran coincidir el Aberri Eguna con el Billabong Pro, para regocijo de los surferillos jarraitxus.
Bueno, en resumen, la lucha Fanning-Slater-Burrow por el título continuará en Brasil mientras que aquí los vasquitos se quedan flipando con su Mundaka y con una prueba que, o mucho nos equivocamos, o puede tener sus días contados... en favor de Canarias, por ejemplo.